Si algo define la esencia de Proyecto Hombre es que creemos en la persona, y en su capacidad de cambiar y de superar una adicción que le han impedido desarrollarse plenamente. Consideramos que la adicción es el síntoma de un problema que reside en la persona.
Este planteamiento, inspirado en la filosofía humanista, coloca a la persona, y no a la adicción, en el centro de todo el proceso. Para nosotros es clave compartir esto porque desde ahí actuamos: en Proyecto Hombre creemos y sabemos que la recuperación de una persona con adicción es posible.
A lo largo de las más de casi cuatro décadas que llevamos trabajando como Proyecto Hombre, hemos convivido con historias de éxito y también de fracaso. Es cierto que no todas las personas que sufren una adicción consiguen superarlo, pero es nuestra responsabilidad lanzar un mensaje de esperanza porque esta es la realidad: superar una adicción supone un proceso largo y no exento de obstáculos, pero sí, se puede superar una adicción y retomar la vida que se ha visto interrumpida por esta práctica.
El estudio “Evaluación de la eficacia del programa Proyecto Hombre”, realizado por la Universidad de Oviedo, la Universidad de Santiago y la Universidad de las Islas Baleares, en el que se analizan diferentes programas de nuestra entidad, demuestra que el 91,2% del total de la muestra utilizada para este análisis (y que han recibido el alta terapéutica) permanecían abstinentes al realizarles el seguimiento posterior. Además, explica que las personas que han finalizado el tratamiento manifiestan un alto grado de integración y ajuste en todos los ámbitos de su vida, esto es, a nivel laboral, social, familiar, emocional y de salud.
Que la persona vuelva a ser un miembro activo de la sociedad es el objetivo de Proyecto Hombre.
Por ese motivo, vemos necesario recordar que desde Proyecto Hombre, además de realizar un trabajo preventivo, no solo buscamos la abstinencia de las personas que se encuentran en rehabilitación como fin último, sino que trabajamos para que sean capaces de incorporarse al mercado laboral, mejoren sus relaciones sociales y familiares, y reaprendan cómo utilizar su tiempo de ocio de manera saludable.
Es importante no perder de vista que no podemos reducir la adicción a una mera enfermedad. Afirmar que una adicción no se puede superar lanza un mensaje erróneo que echa por tierra la esperanza y la labor realizada durante décadas por cientos de organizaciones como Proyecto Hombre, así como por parte de las familias y las propias personas que están trabajando por superar una adicción. Es una afirmación estigmatizante que provoca una gran desmotivación a los pacientes que se encuentran en un proceso de recuperación.
Nuestra sociedad percibe el consumo de drogas como una actuación de bajo riesgo, normalizando y banalizando las consecuencias que este tiene en la salud de las personas. Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la UNODC, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020. Millones de personas sufren trastornos por su consumo, pero solo una de cada ocho recibe tratamiento, siendo aún menor el porcentaje de mujeres debido al estigma de género que aún existe en nuestra sociedad.
Desde la aparición de entidades como el Plan Nacional Sobre Drogas en los años 80, España ha sido un país referente en el tratamiento de las adicciones con políticas públicas de atención que han permitido a miles de personas salir adelante. Ahora no podemos volver atrás.
Es necesario movilizar a la comunidad internacional, a los gobiernos, a la sociedad civil y a todas las contrapartes para que adopten medidas urgentes de protección, entre ellas, reforzar la prevención y el tratamiento de las adicciones.
Estas inversiones no son solo necesarias, sino que además se ha demostrado que son socialmente rentables. Según el “Informe del retorno social de la inversión (SROI) del Proyecto INSOLA” de Proyecto Hombre y Red 2 Red, la estimación total de retorno de las administraciones públicas es de 2,75€ por euro invertido. Una cantidad que asciende hasta los 5€ por euro invertido si se tienen en cuenta además las estimaciones del resto de agentes.
Por ello, desde Proyecto Hombre vamos a seguir trabajando con el objetivo de que las personas que sufren adicciones, así como sus familias, reciban la mejor atención posible. Queremos una sociedad que siga avanzado hacia una visión no reduccionista, responsable y esperanzadora donde el desarrollo de iniciativas preventivas sea clave para afrontar y anticiparnos al desafío de las adicciones.