El Instituto Europeo de Estudios en Prevención (IREFREA) ha publicado el Informe “La prevención familiar de las adicciones. Desafíos y oportunidades de las estrategias de calidad” para la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD). Un estudio realizado con el objetivo de explorar el estado de la prevención familiar en España en el que han participado profesionales de Proyecto Hombre a nivel nacional.
Entre los datos recogidos se presentan las 20 recomendaciones que destacamos a continuación:
1. La prevención familiar debería estar apoyada por una legislación clara y efectiva, basada en el principio de que el acceso y consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco y el cannabis no debe estar permitido a las personas menores de edad, ni promocionado en los espacios donde los menores están presentes.
2. La formación para prevenir el consumo de las drogas debe ampliarse más allá del sistema educativo.
3. Dar apoyo a los programas eficaces basados en la evidencia científica que forman parte de estrategias interconectadas de prevención local.
4. La formación de los profesionales del campo de la prevención ha de combinarse con estrategias para erradicar a los “paracaidistas” que desde muchas disciplinas intervienen sin conocimientos específicos.
5. Crear coherencia entre las Estrategias y Planes de Acción Nacionales, Autonómicas y Locales sobre Adicciones y los programas subvencionados. Es necesario insistir en la necesidad de insertar la evidencia científica en las políticas y prácticas ante las drogas.
6. Los sistemas de prevención deben considerar los factores de vulnerabilidad y riesgo en cada contexto, e identificar los determinantes sociales que influyen en la aparición de los problemas y agravan las vulnerabilidades.
7. No difundir programas sin garantías preventivas.
8. Los gobiernos locales deben desempeñar un papel relevante en la promoción de enfoques ambientales de prevención.
9. Debatir acerca de los riesgos que suponen las nuevas tecnologías digitales.
10. La evaluación debe formar parte intrínseca de la estrategia de prevención dentro de un sistema preventivo.
11. Trabajar para cohesionar los niveles micro y macro de prevención de forma coordinada.
12. Los programas de prevención basados en la evidencia científica que han demostrado calidad han de implementarse a través de sistemas preventivos coordinados desde los municipios.
13. La prevención ha de ser una estrategia temprana y continuada, que se centre no sólo en situaciones problemáticas como el consumo de sustancias o el mal uso de los accesos tecnológicos.
14. El sistema preventivo debe fundamentarse en estándares de calidad que faciliten la implementación de intervenciones orientadas a la excelencia; así como integrar la pluralidad y la diversidad de las poblaciones destinatarias y sus contextos, en especial en lo que afecta a las familias.
15. Atender las desigualdades y la diversidad de las familias.
16. La prevención familiar debería incorporar a madres y padres con hijos e hijas en edades tempranas.
17. Desarrollar modelos de evaluación mejor adaptados a programas complejos y multicomponente.
18. La prevención debería formar parte del currículum escolar y ser un nexo de trabajo desde la comunidad educativa (docentes, familias, jóvenes).
19. Identificar las barreras que impiden que las familias tomen conciencia de la necesidad preventiva con sus propios hijos.
20. Todos los agentes del sistema preventivo deben de ser formados para comprometerse con la evaluación de la calidad del ciclo preventivo al completo.
Puedes leer el Informe completo aquí