¿Cómo tolerar el aburrimiento y qué puede aportarnos?

marzo 25

Autor: Raúl Gómez Cabello, terapeuta en Proyecto Hombre Madrid

Bien es cierto que nos encontramos ante el reto de una sociedad basada en la sobrestimulación que premia la ocupación excesiva en función de ser personas exitosas. Esto conlleva un peligro, que es la posibilidad de caer en el “hacer por hacer”, con la posibilidad de fomentar un sobre esfuerzo físico y psicológico contraproducente a nuestra salud.  

En cuanto a nuestros adolescentes, hay que entender que el aburrimiento es un fenómeno común y natural, exactamente igual a lo que le sucede a los adultos, y que no es algo negativo per se, solo depende de diversos factores y contextos a analizar.

Lo primero de todo, es importante entender ciertos términos que hemos normalizado y que pueden llegar a confundirnos.

Cuántas veces hemos escuchado o dicho eso de “no he/ha hecho nada”. Pues bien, debemos comprender que la inactividad no existe, ya que hasta el acto de dormir es una acción que requiere esfuerzo principalmente cognitivo.

Asumimos que “no hacer nada” depende del valor que le depositamos a lo que en verdad hacemos, es decir, que poder pasar un tiempo determinado haciendo alguna tarea de menor exigencia como estar en el sofá viendo la televisión, tenga un valor mayor al depositado socialmente.

Es aquí donde entra esa acción de descanso llamado aburrimiento, que a nivel social hemos aceptado que tenga poco valor o sea negativo en su generalidad.

Desde que somos pequeños nos educan en la llamada productividad de estar constantemente haciendo cosas con resultado aparentemente eficaz, señalando que cuanto más haces, más éxito puedes generar en lo social y personal.

Esto puede derivar en problemas graves, por un lado, de autonomía, donde el adulto tiende a decidir qué y cuándo se hacen las actividades favoreciendo la dependencia en la planificación de sus rutinas. Y por otro lado, de resolución de conflictos, ya que el aburrimiento es una oportunidad para que el joven desarrolle el pensamiento lateral creativo que permite pensar en diferentes alternativas, analizando las consecuencias, y en base a ellas, escoger la mejor para solucionar sus posibles conflictos problemas.

Una buena manera de entrenar esta capacidad de pensamiento lateral creativo es a través de actividades artísticas y deportivas, por eso, tener acceso a este tipo de actividades puede ser un beneficio para que el joven, cuando decida dejar de aburrirse, aplique soluciones que le satisfagan.

Además, la motivación a estas actividades ayudan a solventar otro problema actual que atañe especialmente a esta población (aunque no exclusivamente) que es la sobre estimulación digital, es decir, el exceso de uso de pantallas y las nuevas tecnologías.

Es necesario entender que el aburrimiento significa descanso, y que ese reposo forma parte del equilibrio ocupacional que mejora nuestra salud y bienestar.

Por otro lado, es importante atender el exceso de aburrimiento por parte de nuestros adolescentes, ya que prolongado puede ser una señal de malestar o que pone en manifiesto que sucede algo susceptible de ser acompañado. En este sentido, sabemos que la falta de recursos ocupacionales o la ausencia de un proyecto vital es un problema que atañe especialmente a estas edades.

Por eso, es necesario que los adultos estemos atentos para que el joven comparta con nosotros esas dificultades y podamos motivar a explorar diferentes alternativas, favoreciendo el acceso a diferentes actividades de todo tipo. En esta etapa, los jóvenes están en un proceso constante de búsqueda de identidad, lo que a veces los lleva a sentir que las actividades cotidianas no tienen sentido.

El aburrimiento puede ser una manifestación de la necesidad de encontrar algo que les apasione o les ofrezca un propósito mayor. ¿Habías sido consciente de cuánto permitimos Ser a través del Hacer? Porque preservar la identidad a edades tempranas debe ser una responsabilidad en los adultos.

En conclusión, permitir que nuestros adolescentes se aburran es bueno, pero debemos ser accesibles para que cuando no sepan tener alternativas y decidan generar una solución, podamos acompañarles con todas las herramientas posibles. Es importante que tengan el control de las decisiones, y sientan que lo que hacen tenga valor en todo momento en favor de su bienestar.

El hecho de que podamos escuchar sin juzgar, favorecer nuestro vínculo con la persona, fomentar la autorreflexión del joven y proponer alternativas sin que sientan presión, hará que sienta mayor crecimiento personal y autoconocimiento.

Si necesitas más información, ponte en contacto con nosotros a través de los teléfonos 638155383 / 915420271 o escríbenos un correo electrónico a info@proyectohombremadrid.org.

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